El jarabe de rábano es un poderoso antioxidante que puede ayudar con la tos, la bronquitis y la tos ferina. Tan solo debemos combinar una cucharada de rábano fresco rallado (las variedades negras son las más efectivas), media cucharadita de clavo de olor molido y una cucharada de miel de abeja. Añadimos todos los ingredientes a un vaso de agua bien caliente y lo dejamos hasta que esté lo suficientemente templado como para que se pueda beber cómodamente. Para aprovechar bien sus propiedades, se debe tomar una cucharadita de este jarabe entre tres y cinco veces al día mientras persista la tos. También se puede añadir a un buen té caliente antes de que éste se enfríe.
Vía: 9plantas.info
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