La Caléndula, también conocida como hierba del sol, pues se abre cuando este sale y se cierra cuando se pone, es una bonita flor de tono amarillo / anaranjado presente en multitud de jardines por su belleza y facilidad de cultivo. Pero lo que mucha gente no sabe es que además es un potente remedio herbal.
Los beneficios de la Caléndula se han venido usando durante siglos para remediar una gran variedad de dolencias y problemas de salud, especialmente los relacionados con la piel. Tanto es así que de ella se extrae una aceite esencial perfecto para cuidar las pieles más sensibles.
Sus propiedades curativas provienen de los poderosos compuestos antioxidantes y anti-inflamatorios que la planta posee, entre los cuales se incluyen flavonoides, esteroles, glucósidos, carotenoides y mucílagos, responsables de muchos de los beneficios curativos de esta hierba.
Beneficios de la Caléndula para la salud
Capacidad de sanar la piel
Una de las mejores propiedades de la Caléndula es su capacidad para sanar y regenerar la piel. Si se aplica aceite de Caléndula sobre los cortes, golpes, rozaduras o picaduras de insectos, es capaz de acelerar el proceso de recuperación de la piel, debido a sus propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes. Además evita las posibles infecciones permitiendo que las heridas sanen más rápidamente.
Mejora la salud oral
Esto se debe a las propiedades antibacterianas de la Caléndula, lo que la han hecho muy popular entre los productos de higiene bucal, donde no es raro encontrarla como ingrediente. Así pues, las pastas dentales y enjuagues bucales que contienen Caléndula en su composición son eficaces para matar todo tipo de bacterias, las cuales son responsables de la mayoría de problemas que se presentan en la boca, como las caries, el mal aliento o la gingivitis.
La Caléndula como producto de belleza
Uno de los beneficios de la Caléndula más destacables es, sin duda, su capacidad para mejorar la apariencia de la piel y favorecer la cicatrización. El aceite de Caléndula puede mejorar el flujo sanguíneo de las células de la piel, proporcionando al mismo tiempo una protección antioxidante contra la aparición de arrugas y manchas, e incluso disimulando las marcas de algunas cicatrices. Para beneficiarnos de sus propiedades, además de usar productos de belleza orgánicos que contengan caléndula, la hierba se puede consumir en forma de infusión.
Mejora la salud de la vista
La Caléndula contiene beta-carotenos, unos compuestos antioxidantes esenciales para la salud y el funcionamiento de los ojos. Gracias a esto, la hierba puede ayudar también en la prevención de la degeneración macular y el desarrollo de cataratas.
Ayuda en la lucha contra el cáncer
Se cree que el aceite de Caléndula tiene ciertas propiedades antitumorales, por lo que actualmente está en el foco de atención de los estudios cientificos. La naturaleza a menudo es la clave para combatir o avanzar en la investigación sobre determinadas enfermedades como el cáncer, un problema que afecta a la salud mundial y para el que la caléndula puede aportar un nuevo punto de vista.
Reduce la inflamación
Independientemente de donde radique la inflamación, la Caléndula es capaz de aliviar el problema, ya sea mediante infusiones o con aceites balsámicos. Si el problema radica en el estómago, una infusión de esta hierba puede ayudar a calmar el sistema digestivo, eliminando la inflamación del mismo, pero si el dolor proviene de las articulaciones, como por ejemplo en casos de artritis, el uso de aceites a base de caléndula tambien puede reducir rápidamente el dolor y la inflamación.
Efectos antiespasmódicos
Por último, otro de los beneficios de la Caléndula del que se aprovecha mucha gente, es su capacidad para reducir los calambres que padecen las personas que tienen trastornos del sistema nervioso, dolores menstruales o cualquier otro tipo de afección espasmódica. En tales casos añadir esta hierba a la dieta podría ser beneficioso.
Precauciones
Algunas personas podrían experimentar reacciones alérgicas a la Caléndula, por lo que antes de hacer uso de esta hierba en grandes dosis y concentraciones, es recomendable probarla en pequeñas cantidades, y si fuera preciso, consultar a un profesional médico, para evitar cualquier tipo de efecto secundario no deseado.
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